miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL OTOÑO Y SU CAÍDA DEL CABELLO


Como decía la canción, otoño llego marrón y amarillo y, como todas las estaciones, su comienzo lleva asociado un problema de salud que preocupa mucho a las personas que lo sufren, en éste caso hablamos de la caída en mayor cantidad de nuestras preciadas melenas.
Como les ocurre a nuestros amigos los árboles durante éstos meses, nosotros también sufrimos la caída más pronunciada del año de nuestro cabello, es lo que llamamos alopecia temporal y cómo es de las consultas trending topic de la temporada en las farmacias, he decidido hacer éste post para explicar un poco los aspectos más importantes de éste temido problema que tantos quebraderos de cabeza nos trae.


¿Cómo crece el pelo?

En una situación normal se nos caen un promedio de 80 a 100 pelos diarios, si ésta cifra se ve incrementada podemos pensar que nos encontramos ante un problema de alopecia que requiere tratamiento.
El pelo pasa por diferentes fases dentro de su ciclo de crecimiento y cada pelo se encuentra en una fase determinada gracias a lo cual no presentamos periodos sin pelo y periodos con pelo si no que cada pelo va por su cuenta llevando a cabo lo que podemos denominar equilibrio natural del pelo.


-Fase de crecimiento ó fase anágena: ésta fase dura aproximadamente de 2 a 6 años y es la fase clave de la formación del pelo. Durante éste tiempo las células de la raíz del pelo, que es lo que llamamos folículo piloso (encargadas de producir el pelo), están muy activas, por lo que se forma el cabello nuevo y crece el ya existente. Durante éste tiempo, el folículo piloso permanece unido a la papila dérmica. Podemos decir que el 85 % del cabello se encuentra en ésta fase.
Durante éste periodo el pelo es más sensible por lo que etapas de estrés, mala alimentación y otras situaciones pueden reducir la actividad de la raíz del pelo haciendo que el crecimiento disminuya ó interfiriendo en la calidad del mismo (pérdidas de grosor, roturas de la fibra capilar, falta de brillo…)
-Fase de transición ó fase catágena: dura unas pocas semanas. Durante éste periodo el folículo piloso reduce su tamaño disminuyendo así su división celular, como consecuencia, el cabello se desprende de la papila.
-Fase de reposo ó fase telógena: durante los 3 ó 4 meses que dura ésta fase el pelo se cae por sí sólo y no se produce pelo nuevo.


Como he mencionado anteriormente, existe un equilibrio natural entre el pelo en fase de crecimiento y el pelo en fase de reposo, cuando dicho equilibrio se ve alterado y hay más proporción de pelo en fase de reposo que en crecimiento se hace visible una posible alopecia. Muchos de los tratamientos usados para la prevención y caída del cabello actúan a éste nivel, restaurando el equilibrio normal del pelo.
Es importante saber que el pelo crece aproximadamente 1 centímetro al mes por lo que para ver los resultados de dichos tratamientos es necesario llevarlos a cabo al menos durante 3 meses.

¿Porqué en otoño se nos cae más el pelo?

Realmente no hay datos científicos que nos aseguren este hecho pero sí que hay algunas causas que pueden llegar a explicar porqué en ésta época notamos esa caída excesiva.
1.       En primer lugar podemos decir que el otoño es la estación siguiente al verano y durante ésta última el sol está más fuerte y por lo general pasamos más tiempo al aire libre por lo que el pelo se expone durante más tiempo a la radiación solar y como nuestra melena es muy sabia, para evitar que la radiación solar tan potente dañe nuestro cuero cabelludo, el pelo tiende a engrosarse para conseguir mayor densidad y así protegernos. Cuando pasa el verano y el sol disminuye su intensidad, el pelo también lo hace perdiendo así fuerza y calidad haciéndolo más susceptible a la caída.
2.       En segundo lugar podemos pensar que el otoño es el periodo en el que volvemos a la rutina después de las vacaciones de verano que por lo general dormimos más y mejor, estamos más relajados y solemos comer con menos prisas. Éste estrés que se crea con la “vuelta al cole” puede ser un factor clave a la hora de buscar posibles causas de la caída.
3.       Por último lugar, seguimos echándole la culpa al verano, ya que durante éstos meses de calor es normal que presentemos sustancias agresivas para el pelo como es la sal del mar, el cloro de las piscinas y sus consiguientes lavados casi a diario con detergentes que pueden debilitar al pelo y como ya sabemos, un pelo debilitado es más susceptible a caerse.


Como he comentado antes, todos estos factores son hipótesis que no han sido científicamente demostradas pero no estaría mal que durante el verano y el principio de otoño cuidemos el pelo con la gran gama de productos que hay en el mercado para prevenir ésta debilitación del cabello. En el caso de que notemos la llegada del otoño en nuestras cabezas pásate por la farmacia para que te informen sobre la gran cantidad de opciones existentes para minimizar los daños como tratamientos con champú, lociones que van muy bien pero en ocasiones es necesario recurrir a un complemento alimenticio a base de vitaminas como la biotina y minerales como el zinc que ayudan a mejorar la calidad del pelo.



Bibliografía:


jueves, 10 de septiembre de 2015

Generalidades de la dermatitis atópica

-Generalidades de la dermatitis atópica-


El estilo de vida occidental, el aumento de la edad materna, la contaminación ambiental, el tabaquismo materno, la migración de áreas rurales hacia centros urbanos o los cambios ambientales que están sucediendo actualmente, así como la exposición temprana a pólenes, ácaros y demás alérgenos están contribuyendo a que la dermatitis atópica cada día adquiera más importancia dentro de nuestra sociedad. Aunque actualmente no disponemos de datos definitivos sobre la incidencia y la prevalencia real de la dermatitis atópica en España, sí hemos podido documentar un aumento considerable, de hasta tres veces los casos de dermatitis atópica en nuestro país en las últimas décadas.




 ¿En qué consiste la dermatitis atópica?

Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que cursa con periodos de mejorías y empeoramientos.
Se caracteriza por presentar la piel seca, descamada e irritable. Las personas que la padecen principalmente presentan prurito y eccemas en la piel (sobre todo en las zonas de flexión de las articulaciones).
Suele ocurrir en algunos pacientes con dermatitis atópica, un círculo vicioso que empeora los síntomas. Como la piel está muy seca y por lo tanto pica, la persona tiende a rascarse y es éste rascado el que lesiona aún más la piel haciéndola más vulnerable a agentes irritantes y bacterias por lo tanto se incrementa el picor y la irritación desencadenándose engrosamiento de la piel y eccemas.



¿A qué se debe?

Según un estudio, se ha observado que en 70-80% de los pacientes que presentan la enfermedad poseen niveles elevados de IgE, una sustancia relacionada con el sistema inmunitario implicada en los procesos alérgicos por lo que es, en parte, responsable de algunas de los síntomas que caracterizan la enfermedad.
Además la piel atópica presenta una menor concentración de esa grasilla, imperceptible para nosotros, que cubre nuestra piel y que sirve de protección por lo que la piel es más sensible a irritaciones y se reseca con más facilidad.

Factores desencadenantes

-Factores ambientales: es uno de los factores más importantes a la hora de afrontar éste problema ya que el frío y la sequedad ambiental pueden empeorar los síntomas.
Lo mismo pasa con algunos alérgenos presentes en el aire ó en algunas fibras textiles como la lana, entre otras.
Asimismo, algunas sustancias presentes en nuestra vida diaria pueden desencadenar también la agravación de los síntomas ó las recaídas como son el agua caliente, el jabón, toallas, esponjas, aguas de piscina (desinfectantes, cloro, pH elevado…)
-Alimentos: sobre todos aquellos que producen alergias como el huevo, la leche, el trigo…
-Factores emocionales: el estrés ó algunos estados emocionales pueden actuar como agravante de los síntomas.

¿Cómo se trata?

Cuando aparecen los brotes el tratamiento de elección es:
-Corticoides tópicos: son muy eficaces y actúan de forma rápida sobre la inflamación y el alivio del picor pero hay que tener cuidado ya que su uso prolongado puede producir atrofia cutánea.
-Inhibidores tópicos de la calcineurina: poseen acción inmunosupresora y sus efectos son más eficaces frente a los corticoides, además no producen los efectos secundarios que éstos últimos sí. El principal inconveniente es que su uso ha sido asociado a la aparición de cáncer de piel y linfoma en algunos pacientes por lo que se deben usar con precaución y no usarlos como productos de primera línea.
-Antihistamínicos orales: para reducir en cierta medida el prurito, además se usan para ayudar a mejorar el sueño cuando el picor no deja dormir.
-Antibióticos orales: para casos en los que el rascado ha producido lesiones que se han sobreinfectado.

Prevención

-Higiene diaria: se aconsejan los baños frente a las duchas y que éstos sean lo más cortos posibles y con agua fría ó templada.
Usar geles sin jabón y cuya composición sea adecuada para dicha enfermedad, es decir, que no contengan detergentes, colorantes, conservantes ni aromatizantes.
El secado tras el baño debe hacerse con toallas de algodón (que no hayan sido lavadas con suavizantes) y debe secarse sin frotar.
Tener en cuenta que el sudor puede irritar la piel, por lo que es importante limpiarla después del ejercicio físico.
La higiene de las uñas es de esencial importancia ya que el rascado puede producir heridas e infecciones si las uñas están largas o sucias.
Se debe usar ropa de algodón al igual que las sábanas.


-Hidratación: es de suma importancia usar lociones y cremas hidratantes para evitar que la piel se deshidrate y que nos ayude a proteger la barrera cutánea. Es preferible usar cremas específicas para dermatitis atópica que no posean aromas, conservantes y colorantes para reducir al máximo la irritación.



-Fotoprotección: aunque el sol y el mar puedan mejorar los síntomas de la dermatitis atópica es conveniente proteger la piel y limpiarla después para eliminar los restos de sal, arena, cloro y aplicarse un producto para después del sol que nos hidrate y repara cualquier daño que haya podido producirse.


Como hemos hablado al principio del post, en la actualidad la dermatitis atópica está alcanzando gran importancia ya que cada vez son más los casos de personas que la padecen… desde bebés hasta adultos. Su tratamiento no la cura si no que calman los síntomas que produce pero, para mejorar la calidad de vida de los pacientes, lo mejor es llevar a cabo medidas preventivas para evitar que aparezcan brotes agudos y recaídas.  





Biografía:
Revista “el farmacéutico.es profesión y cultura” nº522