viernes, 1 de septiembre de 2017

OJOS SECOS

  En el post de hoy os queremos hablar de algo que plantea tantas dudas entre nuestros clientes… no son pocas las consultas que atendemos a diario sobre patología de los ojos, y es que éstos espejos del alma son muy sensibles y requieren de unos cuidados muy especiales.


  No son pocas las veces que algún cliente me ha pedido “un colirio por favor”, y cuando les pregunto que para que lo quiere me han contestado junto con una mirada desafiante “un colirio… pues para los ojos”. Yo me quedo perpleja ante tal situación porque un “colirio” es todas esas gotitas que se instilan en el ojo para que cure una lesión o patología en el mismo, por lo tanto hay una gran cantidad de colirios diferentes para distintas afecciones (ojo seco, irritación, congestión, alergia, glaucoma, infección…) es por lo que tenemos que especificar cuál es nuestra dolencia para poder saber qué tipo de colirio es el que necesitamos.


  Otra cuestión importante que debemos tener muy presente siempre que utilicemos un colirio es la fecha de caducidad ya que una vez abierto éstos sólo duran 1 MES (a excepción de unas pocas marcas novedosas que actualmente están ampliando éste plazo a 3 meses). Esto se debe a que, los conservantes que, son los encargados de hacer que los medicamentos no se estropeen, pueden resultar irritantes al ambiente tan especial que nuestros ojos necesitan y, por lo tanto, la cantidad de conservantes que un colirio puede contener hace que duren sólo ese periodo tan corto tiempo. Si hablamos de envases monodosis la cosa cambia, cada monodosis dura abierta 24 horas tras las cuales hay que desechar el sobrante que haya podido quedar y abrir otra nueva.


OJOS SECOS

  Como todos sabemos, en el ojo se producen las lágrimas, no sólo cuando estamos tristes o muy alegres si no que son producidas continuamente con el fin de lubricar, proteger, nutrir e hidratar nuestros ojos. 
  En algunas personas, generalmente aquellas de edad avanzada, las lágrimas pierden calidad y su capacidad de lubricar e hidratar se ve disminuida produciendo el tan conocido ojo seco.
  El ojo seco se caracteriza, al contrario de lo que su nombre indica, por presentar una secreción abundante y constante de lágrimas en el ojo de la persona al igual que una sensación de arenilla en el mismo. Éste síntoma se produce porque como la lágrima no es capaz de hidratar y lubricar el ojo, nuestro cuerpo, que es muy sabio, produce mayor cantidad de lágrimas para intentar compensar esa falta.
  El tratamiento del ojo seco es muy sencillo, simplemente consiste en instilar cada vez que se note molestias, lágrimas artificiales que doten al ojo de las necesidades que sus propias lágrimas no son capaces de cubrir.


  No olvidar mantener una buena higiene de las manos antes, durante y después de utilizar cualquier tratamiento ocular, con ello evitamos contaminar los envases y propagar cualquier infección de un ojo a otro.
  Por último, es bueno recordar que los colirios ó pomadas oculares son un uso personal y no se debe usar el mismo envase para varias personas.





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